Los incidentes en el derbi manchan la imagen del club y se sigue sin expulsar a los ultras del Frente Atlético del Metropolitano
Los ultras del Frente Atlético siguen campando a sus anchas por las gradas del Cívitas Metropolitano. En el derbi contra el Real Madrid, este sector radical fue, una vez más, protagonista por los peores motivos. El lanzamiento de objetos desde la grada no solo empañó el espectáculo deportivo, sino que obligó a detener el partido durante más de 20 minutos. Lo más alarmante es que el Atlético no ha tomado medidas drásticas para erradicar a estos grupos de violentos de su estadio.
En 2013, Thibaut Courtois fue agredido con un mechero lanzado por los Ultra Sur durante una final de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid. La diferencia clave es que, un año después, Florentino Pérez expulsó a este grupo radical con un mensaje claro: «En el Madrid no mandan ni los periodistas, ni los jugadores, ni los ultras; mandan los socios». En Barcelona también tomaron la decisión de expulsar a sus ultras hace años, entendiendo que la violencia no tiene lugar en el fútbol moderno. Sin embargo, en el Metropolitano, el problema persiste y parece que no hay una voluntad real de solucionarlo.
Simeone, Koke, Cerezo y la pantilla, cómplices
Tras los bochornosos incidentes, las declaraciones de Simeone y Koke fueron decepcionantes. En lugar de condenar con firmeza el comportamiento de su afición, ambos desviaron la atención hacia una supuesta provocación por parte de Courtois. «No necesitamos a esa gente en la tribuna», dijo Simeone, para luego añadir que también habría que sancionar a quienes provocan. Este mensaje ambiguo es peligrosamente indulgente con los ultras.
Koke, por su parte, tampoco asumió su papel de capitán con la responsabilidad que se espera. En lugar de reprochar abiertamente el comportamiento violento, se limitó a decir que «por cuatro no podemos pagar». ¿De verdad se trata de solo «cuatro»? La presencia de los ultras en el fondo del Metropolitano es evidente, y su influencia sigue siendo inaceptablemente tolerada por el club y sus figuras más representativas, como Enrique Cerezo, que antes del partido indicó que «En el Atlético de Madrid no considero que haya nadie antirracista, racista ni de ningún tipo. Es una afición ordenada». Para colmo, la plantilla del Atlético celebró el empate frente a ese mismo sector, que minutos antes había provocado la suspensión del partido tras lanzar objetos al portero rival.
Los ultras, el lastre del Atlético de Madrid
Los ultras no solo continúan ocupando su lugar en el estadio, sino que también encuentran defensores en sus entrenadores y capitanes de manera indirecta. ¿Hasta cuándo seguirá el Atlético permitiéndose este error? Mantener a estos grupos en el Metropolitano es como seguir tirándose piedras a su propio tejado, dañando la imagen del club y alejando a los verdaderos aficionados que solo quieren disfrutar del fútbol. En definitiva, en la capital están «orgullosos de no ser como vosotros».