El Real Madrid remonta al Bayern y consigue su ansiado billete para la gran final de la Champions en Wembley
La última semifinal de la Champions previa a la gran final de Wembley logró paralizar al planeta fútbol y, sobre todo, movilizar a una gran mayoría de la ciudadanía madrileña. La capital española se desplazó hacia Concha Espina, Valdebebas y cualquier aledaño del Santiago Bernabéu para llevar en volandas a los suyos hacia el último paso en su camino hacia la décimo quinta. Madrid se tiñó de blanco para hacerle saber al mundo entero no solo que la capital es del Real, sino también que este es el territorio de las noches mágicas, el lugar donde lo imposible cobra sentido con una facilidad alucinante, en definitiva, la casa del legítimo Rey de Europa.
Los minutos fueron pasando y, cuando apenas restaban unos segundos para que los relojes peninsulares marcaran las 21 horas, el himno de la Champions sonó por última vez durante la presente temporada en el Santiago Bernabéu. El gesto de Vini Jr mientras escuchaba esa sintonía capaz de poner los pelos de punta no daba lugar a equívoco, sabía que estaba ante una noche grande y estaba preparado para acaparar todos los focos. Esperó a que la cámara le enfocara, asintió y sonrió como ya viene siendo habitual en este tipo de encuentros; Vini Jr estaba listo para continuar haciendo historia y contrastar su candidatura al Balón de Oro.
Un Madrid de más a menos en la primera parte
Real Madrid y Bayern dejaron ver en los primeros minutos de juego el planteamiento que llevarían a cabo durante todo el partido. La tónica predominante en el partido de ida cambió por completo. En este caso, fueron los blancos los que asumieron el peso del partido, apostaron por una presión bastante alta y gozaron de la gran mayoría de ocasiones. Mientras tanto, el Bayern decidió formar un bloque compacto, aguantar replegados e intentar castigar a la contra encontrando huecos entre líneas.
Vini Jr tuvo en sus botas la ocasión más clara del primer tiempo. El brasileño recibió dentro del área un gran pase de Carvajal y, sin dudarlo un instante, se revolvió y sacó un potente disparo con su pierna derecha que, tras el ligero toque de Neuer, se estrelló en la madera. El rechace del guardameta germano cayó a los pies de un Rodrygo que parecía destinado a volver a situar a su Real Madrid en otra final de Champions; sin embargo, el ’11’ blanco no estuvo del todo acertado y estrelló su tiro en el arquero del Bayern que se erigió como salvador de los suyos en la primera parte.
Vini Jr orquestó la enésima noche mágica en el Santiago Bernabéu
La segunda parte tuvo nombre y apellidos: Vinicius José Paixao de Oliveira Júnior. El brasileño, consciente de que los suyos atravesaban el peor momento del partido, volvió a dar un paso al frente, asumió responsabilidades y se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga germana. Cada vez que el 7 entraba en contacto con el esférico, el Bernabéu rugía como si alentara a su niño maravilla para que les guiara hacia Wembley.
Todas y cada una de las esperanzas de la parroquia blanca pasaban por el acierto de Vini. Kimmich estaba siendo absolutamente incapaz de frenarle y cada acción ofensiva del brasileño parecía advertir que el tanto madridista estaba al llegar. Era cuestión de tiempo. Además, el liderazgo del brasileño trascendía mucho más allá de lo futbolístico. Cada una de estas ocasiones que tenían como protagonista a Vinicius acababan con el ‘7’ alentando a la grada, poniendo el Santiago Bernabéu patas arriba, a sus pies, y provocando que «el jugador número 12» jugase el papel indispensable que se le presuponía en un choque de estas dimensiones.
Joselu señaló el camino hacia Wembley
A pesar de todo ello, a veces, el fútbol es injusto, muy injusto. Y en esta ocasión lo fue. Cuando mejor estaba el Real Madrid y más apuros atravesaba el Bayern, de pronto, un chico que la temporada que viene si nada lo impide se enfundará la elástica merengue, decidió dar un golpe sobre la mesa y cambiar por completo el partido. Alphonso Davies expuso su carta de presentación en el Santiago Bernabéu, por si alguien aún no tenía el placer de conocerle, marcando un auténtico golazo con su pierna menos buena, la derecha.
Sin embargo, este deporte le debía una a este equipo. Aquel Real Madrid que cayó cruelmente eliminado precisamente ante el Bayern de Múnich en penaltis en la época de Mourinho merecía ser recompensado con una noche inolvidable en esta esta competición. Todo el sufrimiento que supuso el gol de Davies lo solucionó el doblete de Joselu Mato en los últimos compases del partido para poner a su Real Madrid en la gran final de Wembley.
¡Lo que es el fútbol, eh! Ese chico que hace unos años asistía a la final de París con su padre como mero aficionado, ahora se había convertido en protagonista y héroe para llevar al equipo de su vida hacia su décimo quinta Champions. Finalmente, los tres pitidos del colegiado oficializaron el secreto a voces. ¡El Real Madrid estará en Wembley, jugará su sexta final de Champions en 11 años y… la décimo quinta ya parece venir camino de Cibeles!
1 comentario en «Real Madrid 2-1 Bayern: De Madrid al cielo, al cielo de Wembley»
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