Celebración Brahim y Bellingham I Imagen: OneFootball
El Real Madrid vence al Cádiz y aguarda el pinchazo del Barça para celebrar lo que ya es un secreto a voces, su trigésimo sexto título de liga
La trigésimo cuarta jornada de LaLiga enfrentaba a Real Madrid y Cádiz en un duelo con gran disparidad de situaciones, pero que, a la misma vez, podría certificar tanto el campeón como los descensos de la competición.
Comenzando por los locales, el conjunto blanco encaraba esta jornada liguera como un auténtico trámite. Con la trigésimo sexta liga ya camino de Cibeles, los merengues focalizaron todas sus energías en el próximo miércoles con el desenlace de las semifinales de Champions contra el City. En el lado opuesto, el Cádiz necesitaba vencer en casa del líder si quería seguir con vida en una lucha por la salvación que, en detrimento de los cadistas, cada vez se antoja más compleja.
Real Madrid y Cádiz firmaron tablas en una primera parte con poco fútbol
Ancelotti mandó un mensaje evidente a los suyos con la alineación. Hasta diez cambios introdujo el italiano en el once inicial con respecto a los que comenzaron el partido en el Allianz Arena. Asimismo, cabe destacar que la segunda titularidad consecutiva de dos futbolistas como Éder Militao y Arda Güler, sumado al ansiado regreso de Thibaut Courtois a la meta blanca fueron las grandes noticias en el día de hoy por parte del Real Madrid.
Ciñéndonos a lo futbolístico, cabe destacar que al conjunto blanco le costó muchísimo entrar en el partido. Modric, Güler y Brahim dejaron detalles de su inagotable calidad, pero esas acciones individuales esporádicas no sirvieron para desequilibrar la balanza en una primera parte que, perfectamente, podría haberse decantado del lado visitante con un mano a mano de Chris Ramos que acabó desbaratando Nacho tras un error de Éder Militao.
Brahim Díaz decide un partido que puede valer una liga
La segunda parte comenzó de manera muy similar a la primera, aunque ha de destacarse que la intensidad de sendos equipos pareció elevarse notablemente. Ambos eran conscientes de lo que había en juego. El Cádiz quiso morir de pie e intentar sorprender a un Real Madrid con la cabeza puesta en Champions, pero consciente de que prefería sentenciar LaLiga cuanto antes y sumar un título más a sus vitrinas.
Chris Ramos, tras otro error clamoroso de Militao, volvió a plantarse completamente solo ante la meta de Thibaut Courtois, pero en este caso fue el guardameta belga quien impidió que el delantero visitante abriera la lata en el luminoso. Acto seguido, prácticamente en la siguiente jugada del partido, Luka Modric, que había llevado a cabo una gran primera parte, encontró a Brahim entre cuatro jugadores y el malagueño se encargó del resto. Nada más recibir, se orientó de cara a puerta y, tras acomodarse el esférico, soltó un latigazo con la pierna derecha para quitar las telarañas de la meta defendida por Ledesma y poner por delante al Real Madrid.
Apenas unos minutos más tarde, después de que Ancelotti introdujera los primeros cambios dando entrada a pesos pesados como Jude Bellingham o Vini Jr para que tampoco perdieran ritmo de competición, los locales sentenciaron el encuentro. Otra vez Luka Modric y Brahim Díaz desempeñaron un papel protagonista. El croata habilitó al 21 blanco para que éste asistiera a un Jude Bellingham que volvió a abrirse de brazos en el Santiago Bernabéu. Finalmente, Joselu le puso la guinda al pastel tras un regalo de Nacho Fernández.
