El astro inglés del Real Madrid está machacándose en el gimnasio para recortar plazos y su vuelta podría ser cuestión de tiempo
Más allá del mal comienzo liguero del Real Madrid, y sin que sirva de excusa, la temporada para los muchachos de Ancelotti ha comenzado plagada de lesiones. A la rotura de cruzado de Joan Martínez en la gira norteamericana se le sumó el esguince de Eduardo Camavinga en el entrenamiento previo a la Supercopa de Europa y, posteriormente, llegó la lesión fortuita de Jude Bellingham en un entrenamiento que parecía alejarle de los terrenos de juego durante, al menos, un mes.
Pues bien, el inglés, tras haberse marcado el objetivo principal de regresar al 100% para el primer enfrentamiento crucial de la temporada el próximo 29 de septiembre ante el Atlético de Madrid en el Civetas Metropolitano, parece haber conseguido acortar plazos y algunas informaciones apuntan a que Jude podría entrar en la convocatoria de la próxima jornada ante la Real Sociedad.
Jude Bellingham devuelve la sonrisa al madridismo
A pesar de la llegada de Mbappé y la construcción de lo que parecía el mejor equipo del mundo (a años luz del segundo), la campaña no ha empezado ni mucho menos con buen pie. Un balance de dos victorias y dos empates en lo que llevamos de liga, un estilo de juego que no termina de convencer al madridismo y unos jugadores que no terminan de encontrar su mejor nivel en este arranque de la temporada. Además, el club blanco se ha visto envuelto en ciertas polémicas extradeportivas, como la lamentable persecución racista y mediática que, por desgracia, sigue sufriendo Vini Jr; la indignación y descontento de Rodrygo por la injusticia cometida sobre su persona en el Balón de Oro y su rol en el equipo; y las múltiples bajas ocasionadas por el ‘Virus FIFA’ que han enfurecido al Real Madrid.
Entre todo este caos en clave madridista, la noticia de la pronta recuperación de uno de los pilares indispensables de esta plantilla como es Jude Bellingham da un respiro y un motivo para volver a sonreír en Chamartín. El regreso del inglés a los terrenos de juego otorga carácter, personalidad, magia y, sobre todo, mucho fútbol a un equipo que necesita recuperar sensaciones y olvidarse del aplastante favoritismo que le acompaña en cada partido que disputa y que, en estos momentos, es el peor de sus rivales en su camino hacia la consecución de todos los títulos posibles.