David Jonathan adelantó al Lille tras superar a Lunin desde el punto de penalti tras unas manos de Camavinga.MOHAMMED BADRA / EFE

David Jonathan adelantó al Lille tras superar a Lunin desde el punto de penalti tras unas manos de Camavinga.MOHAMMED BADRA / EFE

El Real Madrid sufrió una inesperada derrota frente al Lille con un penalti que marcó la diferencia. Los blancos, que vieron frenada su racha invicta de 14 partidos, no lograron remontar ante un sólido equipo francés liderado por un impenetrable Lucas Chevalier bajo palos.

El Real Madrid ha tropezado inesperadamente en su visita al Stade Pierre-Mauroy, donde el Lille ha conseguido su primera victoria en esta edición de la Champions League gracias a un gol de Jonathan David desde el punto de penalti. Este resultado rompe la racha invicta de 14 partidos de los blancos en la competición y deja en evidencia los problemas del equipo de Carlo Ancelotti para imponerse en suelo francés.

Control francés y sorpresa final

El Lille comenzó el partido sin complejos, a pesar de ser el equipo con más urgencias tras haber perdido su primer encuentro. Con una presión alta y bien organizada, los locales incomodaron a un Real Madrid falto de ideas y ritmo en los primeros compases. Endrick, titular por primera vez con el conjunto blanco, tuvo la primera gran oportunidad del partido, pero su remate fue neutralizado por el portero Lucas Chevalier, quien comenzó a erigirse como héroe del encuentro desde el minuto 18.

El Real Madrid, incómodo en su planteamiento, permitió que el Lille creciera en confianza, con Edon Zhegrova y Jonathan David como grandes protagonistas. Precisamente el canadiense tuvo dos ocasiones clarísimas, pero Lunin, que regresaba a la portería madridista tras la lesión muscular de Thibaut Courtois, logró evitar el gol con una doble parada espectacular.

Finalmente, en el minuto 45, una falta cercana al área lanzada por Zhegrova acabó en penalti tras una mano de Eduardo Camavinga, confirmada tras revisión en el VAR. Jonathan David no falló desde los once metros, engañando a Lunin y dando la ventaja al Lille justo antes del descanso.

Un muro llamado Chevalier

En la segunda mitad, el Real Madrid salió con más agresividad, impulsado por los cambios de Ancelotti, que dio entrada a jugadores como Luka Modric y Kylian Mbappé. A pesar de los esfuerzos por volcarse al ataque, el equipo no logró penetrar el sólido bloque defensivo del Lille, que se mantuvo firme y cerró los espacios con un excelente trabajo colectivo.

Vinicius  y Mbappé ocuparon simultáneamente el flanco izquierdo, pero no lograron generar el peligro esperado. En los últimos minutos, el Real Madrid fue una avalancha, con una sucesión de ocasiones claras, pero todas se encontraron con un imperial Chevalier. El portero francés frustró remates de Rüdiger, Bellingham y hasta un cabezazo de Arda Güler, protagonizando una de sus mejores actuaciones hasta la fecha.

Madrid sin ideas y Lille con premio

El Real Madrid dominó la posesión en la segunda parte, pero el Lille nunca se sintió intimidado. A pesar de no tener una actuación brillante, los franceses supieron maximizar sus oportunidades y cerraron un partido casi perfecto en defensa. Los blancos, por su parte, mostraron un juego plano y sin la contundencia habitual. Ancelotti tendrá que buscar soluciones, ya que el equipo ha perdido gran parte de su chispa ofensiva, a pesar de tener armas como Vinicius, Mbappé o Bellingham.

Con esta derrota, el Real Madrid se complica la fase de grupos y, aunque sigue con opciones, necesitará mejorar su rendimiento en los próximos partidos si no quiere ver comprometida su clasificación. El Lille, por su parte, se reengancha a la competición con una inyección de moral, logrando una victoria histórica que les mantiene vivos en esta nueva edición de la Champions.