Jugadores del Real Madrid levantando la Champions League I Imagen: Real Madrid - Tiralíneas Madrid
Borussia Dortmund y Real Madrid se veían las caras en el partido más importante de la temporada: la final de la Champions League. Un encuentro de este tipo, como bien se sabe, jamás empieza con el pitido del colegiado. Las calles de Londres se engalanaron para la ocasión y ambas aficiones se hicieron notar apoderándose de la capital británica.
El Real Madrid, innegablemente, partía como favorito, pero una final de la máxima competición de clubes a nivel continental no entiende de favoritismos. Durante toda la semana, en el vestuario del conjunto madridista la gran consigna ha sido la de evitar el exceso de confianza y vocalizarse en volver a Madrid con la décimo quinta Copa de Europa bajo el brazo.
PRIMERA PARTE
El espectáculo previo al choque y el himno de la Champions hicieron los honores al gran espectáculo que estábamos a punto de presenciar. Viendo lo visto sobre el verde, Carlo Ancelotti tenía razón, en la noche de hoy se enfrentaban los dos mejores equipos del mundo. Nada de Manchester City, PSG, Barça… Borussia Dortmund y Real Madrid llegaron a este acontecimiento histórico por méritos propios y quisieron demostrarlo en la noche de hoy.
Los primeros 45 minutos, para sorpresa de muchos, no estuvieron dominados por el equipo de Carlo Ancelotti. El Dortmund, con el empuje de una hinchada incansable, entraron muy fuerte al partido y sorprendieron a un Real Madrid bastante incómodo en los primeros compases del choque. Tanto fue así que los germanos gozaron de dos ocasiones clarísimas para ponerse por delante y llegar al descanso con un marcador muy abultado. Adeyemi se plantó completamente solo ante Thibaut Courtois hasta en dos ocasiones. En la primera intentó regatearle y el balón se le fue demasiado largo; mientras que, en su segunda intentona, la perla del Borussia puso en aprietos a un Courtois que tuvo que estirarse para mantener la tablas en el luminoso.
SEGUNDA PARTE
Tras el descanso el Real Madrid cambió completamente la actitud mostrada en la primera parte. Tan solo tres minutos después de pasar por vestuarios el Real Madrid tuvo una doble oportunidad de anotar. La primera fue un gran disparo de Kroos de falta que iba directo a la escuadra que Kobel no permitió que entrase desviando el balón a córner. En ese saque de esquina Carvajal avisaba a los alemanes con un cabezazo que se desvió por poco. Los alemanes tuvieron más dificultades para llegar ante la meta de Courtois. Los nervios comenzaban a notarse en los jugadores del Dortmund precipitándose a la hora de entregar los pases. Bellingham tuvo la oportunidad de marcar gol en su primera final de Champions con los madridistas tras un centro lateral, pero el inglés no llegó a tocar ese balón que se fue por centímetros.
En el minuto 74 el rey de Europa se impuso sobre los alemanes gracias a un gol de Dani Carvajal. El canterano protagonista en las últimas seis finales de Copa de Europa conseguía anotar con un cabezazo en el que Kobel no pudo hacer nada para conseguir que el Real Madrid alzase el título. Bellingham tuvo en sus pies finiquitar el partido pero una salvada milagrosa de Schlotterbeck no permitía a la estrella del Madrid anotar. El portero suizo fue sin duda el héroe de la noche para el Dortmund realizando paradas espectaculares para que su equipo pudiese seguir viviendo. Fruto de los nervios de verse por debajo en el marcador, Maatsen perdió un balón que quedó en los pies de Bellingham que si bien no pudo anotar, le entregó el balón a Vinícius para que el astro brasileño cruzase el balón con la pierna izquierda y finiquitase el partido poniendo el 0-2 en el marcador, consiguiendo su segunda Champions con el Madrid y poniendo rumbo a levantar el balón de oro.
