Manchester City 1(3)-1(4) Real Madrid: La locura del ‘Rey de Europa’

El Real Madrid recuperó su legítimo trono europeo tras vencer por penaltis al Manchester City en un final de infarto

Citizens y madridistas consiguieron volver a paralizar el planeta fútbol con un partido que, sin lugar a dudas, pasará a la historia de este deporte. Los dos mejores equipos del mundo se veían las caras en la vuelta de los mejores cuartos de final que se recuerdan en mucho tiempo. 

El ambiente era inmejorable. Una multitud de aficionados merengues se desplazaron hasta Mánchester para llevar a los suyos en volandas hacia una “final anticipada” que podría comenzar a poner la décimo quinta rumbo de Cibeles. Asimismo, la parroquia local recibió a los muchachos de Guardiola con un mosaico espectacular y no dejaron de apoyar al vigente campeón de la competición. 

Rodrygo Goes, la peor pesadilla de Guardiola

El himno de la competición más importante a nivel continental y el pitido inicial de Orsato hicieron los honores al arreón inicial del conjunto blanco. Ancelotti aprendió de los pequeños errores de la ida y concienció a sus muchachos de la importancia de entrar cuanto antes en el partido, mostrarse firmes en los primeros minutos e intentar golpear primero en este segundo partido que determinaría la eliminatoria. 

Corría el minuto cuando Jude Bellingham volvió a sacar el sombrero y la varita para vestirse de mago y realizar un control absolutamente espectacular para dar continuidad a una jugada que concluiría con la asistencia de Vin Jr a Rodrygo Goes. Tenía que ser él, quién si no. Otra vez la conexión entre los brasileños del Real Madrid, como ya ocurrió en la ida, volvía provocar que el ‘11’ blanco hiciera gala de su apodo, Mr. Champions, anotando el primer tanto del encuentro. 

El gol de Rodrygo supuso un antes y un después en el partido. La reacción local no se hizo esperar, los de Guardiola dieron un paso al frente y sometieron a un Real Madrid que logró defenderse con uñas y dientes para avanzar en su competición fetiche. 

La mejor virtud del Real Madrid: saber sufrir y crecerse en la adversidad

A pesar de que los de Ancelotti consiguieron marcharse al descanso por encima en el luminoso, el asedio citizen continuó en el segundo acto. La solidez defensiva, la valentía en cada acción y el sacrificio en cada futbolista del Real Madrid continuaron intactos, pero el paso de los minutos hizo que las fuerzas comenzasen a flaquear y, poco a poco, el City empezara a gozar de ocasiones más claras. En una de ellas, tras un despeje fallido de Rüdiger, De Bruyne logró lo imposible: penetrar el muro erigido por Andriy Lunin en la noche de hoy. 

El tanto del empate para los pupilos de Pep ni mucho menos cambió la tónica del partido. Los citizen continuaron dominando notablemente, mostrándose más enteros físicamente que sus contrincantes; mientras que, los merengues supieron ponerse el mono de trabajo, juntar líneas y provocar la impotencia en los futbolistas del Manchester City que vieron cómo, poco a poco, la eliminatoria fue encaminándose hacia la prórroga. 

El Real Madrid y la Champions, un idilio inexplicable

Pues bien, la incapacidad del City para romper las tablas en el luminoso alargó el choque 30 minutos más. A priori, esa media hora parecía eterna para los de Ancelotti, pero nada más lejos de la realidad. En la prórroga, el Madrid sacó fuerza de donde no la había para volver a plantarle cara al City, sufrir lo menos posible y hacer que todos y cada uno de los madridistas en el mundo se sintieran orgullosos de sus jugadores.

La prórroga tampoco logró romper el empate y, como no podía ser de otra manera, la eliminatoria se decidiría en los penaltis. Los once metros dictaron sentencia y lo hicieron en favor de los blancos. El primero en asumir la responsabilidad para los de Chamartín fue Luka Modric y, en este caso, el fútbol, tan caprichoso como siempre, hizo que el mejor centrocampista de la historia errara su lanzamiento, aventajando al Manchester City. Pero el fútbol no podía ser tan injusto con un hombre que tanto le ha dado a este deporte; el croata no merecía acabar así, así que Lunin se puso la capa de héroe para detener dos lanzamientos citizen e hizo los honores para que Rüdiger desatara la locura en el Etihad, en Madrid y en el mundo entero; en definitiva, la locura del ‘Rey de Europa’.